En el foro La Economía Venezolana: Realidades y posibilidades, que realizó la Cátedra Libre Andrés Bello de la UCAB, se presentó un estudio inédito sobre la actividad económica: hay 481 404 empresas y 86% son de servicios y comercio

Un acuerdo político y social, que incluye al sector privado  en el contexto de reglas jurídicas claras son los dos factores clave para la redinamización económica, según afirmaron especialistas durante el Foro La Economía Venezolana: Realidades y posibilidades que realizó la Cátedra Libre Andrés Bello Ética Cívica Legislación y Administración Local de la UCAB.

Ramón José Medina, abogado especialista en los temas mercantil y financiero y miembro del Comité Académico de la Cátedra; y Jorge Roig, dirigente empresarial, expresidente de Fedecámaras y miembro del Consejo de Administración del OIT, fueron los expositores de este foro que organiza la Cátedra en su propósito de ofrecer espacios de reflexión y debate sobre los temas de interés nacional.

María Isabel Díaz, economista y profesora de la UCV, fue la moderadora del evento que contó con nutrida asistencia física y virtual con el apoyo tecnológico de Universitas Fundación.

El profesor Ramón Guillermo Aveledo, coordinador de la nueva Cátedra de la UCAB, explicó, durante la presentación del evento, que esta tribuna está orientada a formar legisladores nacionales y administradores de los gobiernos locales.

Señaló que el foro fue el resultado de la acuciosa investigación “La Economía venezolana: realidad y posibilidades” de Medina y Roig, y que forma parte de la colección Alternativas que tiene como objetivo presentar opciones que contribuyen a la solución de los asuntos complejos del país.

La Cátedra tiene el Fondo Editorial y este libro, como otros aportes de la colección, son de distribución gratuita y pueden se encuentran en los sitios web www.eticacivica-ab.com y www.abediciones.ucab.edu.ve, también los programas de Formación Fermín Toro y Divulgación Cecilio Acosta del que forma parte este foro.

 Cátedra Libre Andrés Bello, su origen

Ramón Guillermo Aveledo, durante su intervención, informó que el nombre de la Cátedra Libre cuenta con los aportes inspiradores de tres venezolanos insignes, como son Cecilio Acosta, Fermín Toro y Andrés Bello, símbolos de la paz, el imperio de la ley y el deber social.

“Son tres venezolanos que en tiempos de crisis permanente por las guerras, por la violencia, por el militarismo, se empeñaron en pensar, en proponer alternativas, imaginarse un país posible”.

Aseguró que “eso hay que rescatarlo y ponerlo en el presente para que sobre todo los jóvenes del país se den cuenta que esos venezolanos siempre han estado allí y que hay que reivindicar su valor y su obra”, afirmó.

Recuperación económica es solo viable con acuerdo político-social

Medina, durante su amplio análisis de la economía en el contexto jurídico venezolano, afirmó que la crisis en ese ámbito exige un programa que “es viable solo con un acuerdo político y social con todos los sectores involucrados, gobierno, oposición, sector privado y laboral”.

Luego de señalar a través de un recorrido histórico las dificultades que incidieron en la democracia, una de las más antiguas y consolidadas del continente, se preguntó si hay esperanza en el futuro del país.

“No todo está perdido, podemos recuperar la democracia, y con ello, un Estado de bienestar económico y social” dijo.

Luego de mencionar cifras de pobreza, acceso al mercado laboral y del salario mínimo de 130 bolívares, el más bajo de la región, entre otras, apuntó que a pesar de que la economía mostró signos de recuperación parcial en 2023, existe incertidumbre en la población ante la devaluación, la inflación y la escasez.

Esto, aunado a las medidas oficiales restrictivas sobre el sector privado y la “inexistencia del Estado de Derecho”, entorpecen el desarrollo de la economía, lo que vinculado a otros factores de gasto público, hace prácticamente inviable la recuperación, según afirmó.

Dijo entonces que “se impone un cambio de rumbo en lo político y fundamentalmente en lo económico”. “La presencia activa del sector privado es requisito indispensable para la recuperación y para lograr el desarrollo en las distintas áreas de la economía, orientadas a la estabilización social”.

“Es necesario que el gobierno y el sector político en general entiendan que el sector privado de la economía es un factor indispensable, por lo que hay que potenciar su desarrollo en un clima de libertades, con normas claras que proporcionen seguridad jurídica”.

Y consideró que en medio de la incertidumbre, “la situación institucional sigue requiriendo de acuerdos concretos que permitan viabilizar soluciones, y que además habiliten las condiciones para la operatividad de los sectores productivos”, dijo al referirse a un estudio de recomendaciones hecho por Fedecámaras, Conindustria y Consecomercio.

Perspectivas desde la visión empresarial

Por su parte, Jorge Roig inició su ponencia sobre las perspectivas económicas desde el punto de vista empresarial, con un estudio inédito sobre cómo está conformada la economía y las propuestas de los tres gremios empresariales más relevantes.

La investigación buscó determinar el “peso” de Fedeindustria, Fedecámaras y Consecomercio en las políticas públicas, y cuántas empresas están afiliadas a Fedecámaras, en el universo empresarial de Venezuela.

En seis meses, con técnicos del BCV y una metodología científica pero con limitaciones en el acceso a la data oficial, se obtuvieron hallazgos importantes, de los cuales expuso parte.

“Tenemos en Venezuela un total de 481.404 empresas que están sectorizadas en forma particular: los servicios y comercio se llevan 86%, lo cual es bastante razonable; servicios solo 51% (1.332.000 empresas). La manufactura que llegó a tener 12% en el pasado, hoy es el 6,1% del total de empresas; Construcción ha desaparecido casi totalmente, es el más golpeado de Venezuela y el segmento financiero fue de  0,5%”.

Del total de empresas, 25.636 están afiliadas a Fedecámaras. ”Las 100 empresas más importantes de Venezuela, según el listado de Venacham, están inscritas allí, y de ese total 1.500 empresas dirigen la economía nacional”, precisó.

Fedeindustria no participó en la encuesta, comentó.

El 59,1% de empresas están concentradas, a escala geográfica, en cinco de las  principales ciudades del país y el 80,4% están ubicadas en 10 localidades.  Unas 44% afirmaron que en el último trimestre de 2024 les fue “ni fu ni fa”.

“Al final hubo un crecimiento neto de 4,9% y de PIB 8%, pero indicaron que les fue mejor que en 2023”, señaló Roig quien puntualizó que desde 2022 a 2024 el funcionamiento de esas empresas “fue una especie de montaña rusa, aunque en 2023 fue peor”.

Acerca de la cantidad de trabajadores contratados, la encuesta arrojó que en sector público hay cerca de 8 millones de trabajadores y en el privado cerca de 3 millones, pero advirtió que “los datos no son tan transparentes”.

El 66% de empresas dijo que no iba a hacer ningún cambio en su nómina, algo determinado por la Ley de Inamovilidad y porque el personal es más costoso, según los rangos.

“El sector privado paga al trabajador en promedio 183$ mensuales de ingreso, no paga a nadie por debajo de ese monto mensual. El profesional 363$ y el gerente 348 $, dependiendo del sector”, precisó Roig.

Ante las dificultades para el cálculo de beneficios laborales, en medio de la alta inflación y los bajos salarios, Roig informó que el tema del diálogo social para consensuar el salario mínimo “está en suspenso”.

“Estamos en un juego cerrado en estos momentos. No ha sido fácil para Fedecámaras estar sentándose allí, en medio de la conmoción política”. Y enfatizó que los empresarios “deben mantener abiertas las santamarías y permanecer como institución, porque cada ventana abierta es una ventana a la libertad”.

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