El embajador de Alemania Volker Pellet, el senador de Chile Andrés Záldivar y un calificado panel participaron en el foro “Luis Herrera Campíns, el legado de un estadísta” que realizó la Fundación Konrad Adenauer en cooperación con la Cátedra Libre Andrés Bello y Ética Cívica de la UCAB
Su aporte como destacado político de la democracia cristiana en Venezuela y en el exterior, sus cualidades personales fusionadas en su vocación de servir desde el parlamento y de la presidencia venezolana (1979-1984) fueron expuestas en el foro “Luis Herrera Campíns, el legado de un estadística”.
Un grupo de destacadas personalidades de la vida nacional e internacional participaron en el evento que fue abierto formalmente por el embajador de Alemania en Venezuela, Volker Pellet, y organizado por la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y la Cátedra Libre Andrés Bello de Ética Cívica en la Legislación y la Administración Local, adscrita a la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)
Participaron el senador chileno Andrés Záldivar, y un grupo de destacados panelistas como la exministra Pilar Iribarren de Romero, monseñor Ovidio Pérez Morales y Ramón Guillermo Aveledo, coordinador de la Cátedra Libre Andrés Bello, con la moderación de la catedrática Andrea Mesa.
Todos ellos ofrecieron visiones diversas sobre Herrera Campíns, a la luz de sus aportes como ser humano y político, en una histórica actividad en el marco de la programación de 2025, con motivo de la conmemoración del centenario del natalicio del expresidente de la República y parlamentario en varias legislaturas.
Annette Schwarzbauer, representante de la KAS en Venezuela, exaltó en la presentación del foro a Herrera Campíns no solo como figura humana y cristiana, sino también como parlamentario y presidente, y enfatizó la política internacional del estadista, que este expresó en la integración andina y la paz en Centroamérica. Además, de ser secretario general de la Internacional Demócrata Cristiana en América Latina ODCAL, (1969)
En el foro, Ramón Guillermo Aveledo, durante su intervención como panelista, expuso desde su visión como parlamentario demócrata cristiano de sólida trayectoria, la faceta de político y congresista de Herrera Campíns. No obstante, destacó el afecto que sembró en la gente como signo indisoluble.
“Si al final pudiésemos describir lo que ha sido el centenario es que es la celebración del afecto a partir del cual realizó su trabajo y siento que es con afecto que la gente celebra el centenario en distintos sectores sociales del país y es una enseñanza de mucho valor”.
Vínculos con Alemania
El embajador Pellet declaró abierto oficialmente el foro, con un mensaje en el que subrayó los vínculos de Herrera Campíns con Alemania, tras expresar complacencia por contribuir, en el marco de la cooperación de su país, con el acto para honrar su memoria histórica.
“Fue un presidente con fuertes lazos con Alemania”, aseguró. Recordó que tras su largo exilio de Venezuela, recibió formación académica en Münich y aprendió el idioma alemán, hasta su regresó al país en 1958 cuando desarrollo su carrera política.
Durante su presidencia, en la que enfrentó una compleja crisis económica que incluyó a la actividad petrolera, aplicó una política de apertura con el proceso de internacionalización de la industria, según dijo. Entre otras iniciativas, el diplomático resaltó el acuerdo entre Pdvsa y la empresa alemana petrolera.
“Esa fue la primera asociación entre un país productor de la OPEP y una empresa refinadora en un país consumidor, en este caso Alemania”.
Amigo y ejemplo perdurable
Posteriormente, el senador de Chile, Andrés Záldivar expuso los vínculos regionales y el liderazgo político de Herrera Campíns en Latinoamérica. Fue no solo destacado dirigente demócrata cristiano en su país, sino también amigo personal del exparlamentario venezolano
“Seguí muy de cerca lo que hacía Luis Herrera en política porque era comparable a lo que hacían otros líderes de la democracia cristiana en América Latina”, dijo poco después de reconocer la publicación de los dos libros sobre Luis Herrera, un relato histórico, con motivo del centenario del natalicio. “Fue uno de los grandes actores de lo que fue llevar adelante el pensamiento demócrata cristiana para hacerlo praxis en la política de los países”.
“Estoy seguro que Luis Herrera sigue presente y que su ejemplo puede seguir ayudando a no darnos por vencidos en que la democracia, el respeto de los derechos humanos, la libertad son patrimonio de la humanidad”, expresó, tras invocar las cualidades del expresidente.
Y añadió: “Para mí fue no solo un amigo, un ejemplo de lo que debe hacerse en la vida por quienes pensamos que en que el humanismo cristiano es un proyecto que puede conducir a lo que significa el servicio público en favor de los demás”.
Formación de Herrera Campíns
Durante su exposición, Ramón Guillermo Aveledo señaló que en las casi 300 intervenciones como parlamentario en la Cámara, Senado y en sesiones conjuntas del entonces Congreso, donde fue el jefe de la fracción del partido Copei de más larga trayectoria (10 años), se expresa una persona en la que confluyen dos ríos, afirmó.
Una, su condición cristiana que se manifestó en su natal Acarigua y se ve en su militancia con la idea social del cristianismo. “El compromiso con los demás fue lo que privó en su vida desde entonces”, acotó.
Y la segunda, su naturaleza de provincial. “Eso se ve impreso en sus artículos, sus intervenciones parlamentarias y en su gestión de gobernante. De su período de gobierno, Luis Herrera Campíns pasó 340 días en las regiones, un año entero de los cinco presidenciales”.
También se refirió a la universalidad y venezolanidad que convivieron en el político y que manifestó en sus artículos de opinión, el extenso conocimiento de la historia venezolana y la comprensión de la historia universal, a pesar de su juventud.
Mencionó particularmente su conferencia sobre los partidos políticos en el poder. “Es un dibujo de su idea del poder y del papel de los partidos en una democracia. La cantidad de citas revela la universalidad”.
Servir al país
Pilarica Iribarren de Romero, durante su intervención, expuso episodios clave que ilustran la vocación de servicio de Herrera Campíns a quien apoyo desde su campaña, su triunfo electoral el 3 de diciembre de 1978, y luego como directora de asuntos televisivos de la Presidencia, durante los cinco años de gobierno.
Relató que tras perder las elecciones en 1974 “una voz – la de Herrera Campíns- nos dijo ‘me convertiré en el campeón del retorno’ y eso fue un mandato”
Durante la campaña “excepcional”, el candidato “tuvo visión del país por el cual decidió luchar y supo que se requería de un instrumento que organizara al pueblo, no solo para llegar al poder sino para servir, que fue en lo que él tradujo su gobierno”, según dijo.
Romero resaltó del expresidente la vocación de servicio, “con clara orientación demócrata cristiana y fortaleció las políticas públicas. En Venezuela, 85% de la población conformada por 16 millones de habitantes, recibían agua potable. Y también la salud, la movilidad con el Metro de Caracas, y el área laboral: para 1984 había 116 nuevos sindicatos, refirió la exfuncionaria.
Para Herrera Campíns fue importante la selección del equipo de gobierno, según dejó claro en su artículo “La proyección de Adenauer”, publicado en 1967 con motivo del fallecimiento del canciller alemán.
“Vengo a servir, no a servirme’ caracterizó su perfil como gobernante. Y su norte fue siempre la democracia, afirmó Romero.
“El hombre Luis”
Por su parte, monseñor Pérez Morales se refirió “al hombre Luis”, y subrayó que con penas 27 años, Herrera Campíns y él coincidieron en salir de Venezuela hacia destinos distintos, pero unidos por el trabajo comunicacional en el marco doctrinal socialcristiano.
“La ausencia de Luis la cortó felizmente la caída de la dictadura en 1958, mientras que la mía se prolongó por grados académicos hasta que regresé a mediados de 1962”.
Tras hacer un recorrido de su vida religiosa en Venezuela, mencionó su “relacionamiento comunicacional con Herrera Campíns, con quien coincidió en el diario El Gráfico como periodista, entre el acoso dictatorial, y luego con el cierre de la UCV en 1972, de la cual Luis fue protagonista clave.
“El hombre Luis de esos años turbulentos se conserva en mi memoria con rasgos que lo identificaron en todo su peregrinaje terreno hasta el ejercicio pleno de su ciudadanía celestial”.
Y añadió que la imagen que percibió de Herrera Campíns fue siempre el de “una persona sencilla, responsable, amable, humilde, reflexiva, abierta, con fino sentido del humor y percepción crítica, generosa y comunicativo”, entre otras virtudes que mencionó. Siempre, dijo, en comunión con el encuentro.