El decano de la facultad de Derecho, Jesús María Casal, en su visita al campus Guayana conversó sobre las posibilidades de internacionalización que ofrece la carrera de Derecho en la UCAB y las acciones que han tomado para responder a las necesidades de los estudiantes

El decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Jesús María Casal, en su última visita a la sede Guayana compartió con estudiantes y bachilleres los esfuerzos que viene realizando la universidad para hacer de esta carrera una opción de formación que le permita a los jóvenes venezolanos desarrollarse en un ámbito amplio y de oportunidades. 

Casal confía en que la reciente transformación del plan de estudios de Derecho de la UCAB abre la visión de lo que puede lograr un abogado en el país y responde a las principales necesidades de quienes están por iniciar su vida universitaria, como posibilidades de internacionalización, ingreso temprano al campo laboral y más prácticas profesionales. 

A pesar del énfasis en las ofertas que se abren fuera de las fronteras para los abogados egresados de la UCAB, Casal destaca que la universidad sigue marchando comprometida con su entorno para mejorar el diálogo social, aportar a la creación de mejores políticas públicas y fortalecer la democracia. 

Desmontando mitos sobre Derecho

El abogado y profesor, que ya cursa su segundo período al frente de la facultad, explica que el punto de partida para la modificación del pensum, además de dar respuesta al proceso de reforma y actualización que pedía la universidad, fue desmontar los mitos que existen en torno a la carrera de Derecho y que muchas veces son el obstáculo para quienes desean convertirse en abogados en Venezuela. 

“Uno de ellos (mitos), es que se piensa que la carrera de Derecho no tiene salidas internacionales, que es una carrera que solo se puede ejercer en Venezuela y eso no es cierto”, explica Casal que fue una de las creencias que se dedicaron a refutar, teniendo además muchos ejemplos y evidencias de lo contrario. 

La pandemia, la emigración de jóvenes profesionales y el contacto que mantienen con sus egresados les permiten asegurar que sí es posible trabajar como abogado en el exterior o desde Venezuela en empresas extranjeras, con base en la formación que recibieron en la UCAB. Por ello, más que desmentir el mito, en la Facultad de Derecho decidieron convertir las posibilidades de internacionalización de la carrera en una de las banderas de su reforma curricular.  

“Hay una serie de áreas del Derecho que hoy en día van más allá de las fronteras nacionales y eso forma parte de nuestra formación. Áreas como los Derechos Humanos, la resolución alternativa de conflictos, el arbitraje, el comercio internacional, el derecho penal internacional, derecho internacional (público y  privado). En las distintas áreas del Derecho hay grandes posibilidades de ejercicio internacional y eso no solo se está dando con nuestros egresados que han emigrado, sino que también muchos abogados que se quedan acá en Venezuela y trabajan internacionalmente”, agrega Casal.

Para Casal, hoy los egresados de Derecho en la UCAB están preparados para “rápidamente poder comprender la legislación de otros países”, pero también reconoce que hacían falta otras acciones que se adaptaran a lo que necesitan hoy los estudiantes como la posibilidad de configurar un plan de estudio ajustado a sus preferencias.  

“En la reforma de pensum pasamos de una a tres materias electivas y otras tres materias electivas de enlace con el posgrado. Eso permite que el estudiante vaya configurando su plan de estudio, pero además permite que esas electivas las pueda cursar online en otras universidades del mundo que forman parte de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina, donde participan más de 30 universidades jesuítas, lo que apoya también la internacionalización”. 

Del aula al campo laboral

Dentro del resto de las modificaciones, Casal menciona que la nueva malla curricular da más peso a las pasantías, que pasaron de ser una materia electiva a un requisito de egreso de 480 horas. “Ahora todos nuestros estudiantes van a tener que hacer su práctica jurídica en la calle, en un escritorio jurídico, en una ONG, en una institución de Derechos Humanos, en alguna alcaldía, gobernación, tribunal”. Esto no solo con el fin de reforzar los conocimientos académicos con la práctica, sino también para responder a un contexto en el que los estudiantes sienten la necesidad de insertarse rápidamente en el mercado laboral. 

“También hay una tendencia mundial de articular pregrado y posgrado, y eso nos llevó a un aspecto de la reforma de pensum que es importante y es establecer que el estudiante puede hacer la carrera en ocho (8) semestres. Con la ventaja de que en el octavo semestre puedes tomar tres asignaturas de un programa de posgrado de Derecho y eso implica que ya la mitad de la especialización estaría aprobada y luego, en el noveno semestre, harías la otra mitad. El estudiante podría obtener, además del título de abogado en el octavo semestre, su título de especialista en el noveno”, indica el decano. 

Aportar y recuperar la esperanza

El decano de la facultad de Derecho sostiene que, en medio de este proceso de reforma que se ha planteado la universidad, sigue fijo el compromiso de la UCAB con la sociedad y los problemas que enfrenta hoy el Estado venezolano.

“La Universidad y la Facultad de Derecho en el presente -sin esperar- arma iniciativas para que podamos mejorar en algunos ámbitos, para que el país pueda mejorar. Tiene, por ejemplo, programas sobre el diálogo social y ha participado en distintas iniciativas para mejorar las posibilidades de diálogo entre los sindicatos, los empresarios y el Gobierno; participa en la presentación de propuestas de políticas públicas; abre espacios de discusión; y fija posiciones públicas sobre los derechos en Venezuela”.

Menciona además que, ante el desafío de lograr la independencia judicial en Venezuela, hoy en día trabajan en un plan nacional de formación de futuros jueces. “Hay que apoyar a la corriente democrática, que se respeten las instituciones de la democracia y el Estado de Derecho”. 

Casal considera que en su tiempo como decano en la Facultad de Derecho ha visto un cambio en la perspectiva de los jóvenes sobre su formación profesional. “Estudios de la propia universidad indican que la mayoría se quiere quedar o, por lo menos, quiere explorar si se puede desarrollar profesionalmente en Venezuela y está dispuesto a estudiar una carrera universitaria”.

El decano sostiene que, ante un contexto que pareciera acabar con las esperanzas de los jóvenes, la universidad es el espacio propicio para cambiar esa realidad. “Lo importante es seguir en ese camino de irlos involucrando en proyectos concretos, donde vean esas realizaciones, esos logros y que el país sí puede ofrecerles oportunidades para crecer y progresar”, expresa. 

  • Texto: Daniela Meza
  • Mariana Rodríguez y Kenmary Hurtado