El proyecto de investigación “Derecho a la educación de calidad y contextualizada para juventudes indígenas en Ecuador, México y Venezuela” buscará diseñar estrategias educativas culturalmente pertinentes, recopilar buenas prácticas en los tres países y elaborar recomendaciones para políticas públicas inclusivas
El proyecto de investigación “Derecho a la educación de calidad y contextualizada para juventudes indígenas en Ecuador, México y Venezuela”, liderado por el Centro de Estudios Regionales (CER) de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana (UCAB Guayana), fue seleccionado como uno de los ganadores de la primera Convocatoria de Investigación de la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) 2025.
La propuesta, encabezada por los investigadores Gilberto Resplandor y Carla Pérez del CER-UCAB, destacó entre 23 iniciativas presentadas por universidades de toda la red AUSJAL.
Este proyecto, desarrollado en colaboración con la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), busca fortalecer los modelos de educación intercultural bilingüe en comunidades indígenas de los tres países, a través del trabajo de un equipo multidisciplinario conformado por docentes e investigadores con amplia experiencia en derechos humanos, educación y comunidades indígenas.
Un llamado a la integración
La convocatoria, inédita en su tipo, exigía como criterio fundamental la colaboración entre al menos tres instituciones jesuitas, lo que motivó al equipo de la UCAB Guayana a establecer una nueva alianza con el profesor Diego Juárez de la IBERO y Kathrin Schneider de la PUCE, ambos académicos ya tenían vínculos con el CER-UCAB tras su participaron en el I Seminario sobre Educación Multicultural Bilingüe, organizado por este centro de investigación en mayo de este año.
“Yo creo que es importante destacar la intención de la AUSJAL de hacer un llamado a la integración y a conectar con otros investigadores. (…) Resaltamos las similitudes que encontramos al momento de conversar, por supuesto, tenía que haber un punto en común de cómo se lleva la educación intercultural bilingüe en los tres países”, señaló Carla Pérez, quien destacó que el proyecto fue construido de forma colaborativa, desde la definición del título hasta el diseño metodológico, bajo la dirección de Gilberto Resplandor como investigador líder del proyecto.
Por su parte, Resplandor también resaltó que “la colaboración entre profesionales e investigadores de distintas áreas permite complementarse y esa complementariedad es lo que produce fortaleza”.
Enfoque en la realidad venezolana
En Venezuela, el estudio se centrará en la comunidad pemón de San Rafael de Kamoirán, estado Bolívar, en donde los investigadores han identificado diversos desafíos como una infraestructura educativa limitada, escasez de personal docente capacitado y falta de recursos pedagógicos.
Resplandor explica que esta comunidad rural, al estar alejada de los centros poblados, sufre de poca atención en materia de políticas educativas. “Y esa desatención va desde el hecho de no contar con un currículum propio para comunidades indígenas, de no poseer recursos institucionales, materiales, personal docente”, agrega.
“El impacto que nosotros aspiramos que se genere no es solamente en la escuela, sino en la comunidad, porque partimos del principio de que, en las comunidades indígenas, sobre todo estas que están un poco más alejadas de los centros urbanos más grandes, toda la comunidad es la escuela», apunta el investigador sobre los resultados esperados de esta propuesta.
Educación de calidad para las comunidades indígenas
La investigadora Pérez subraya además la necesidad de un “plan educativo que sea culturalmente pertinente, que fomente y refuerce la identidad cultural en los niños. Rescatar ese proceso formal y no formal para que su cultura pueda sobrevivir y protegerse en el mediano y largo plazo”.
Menciona que, aunque la Ley Orgánica de Educación en Venezuela reconoce la modalidad intercultural bilingüe, no existen planes adaptados a los 52 pueblos indígenas del país.
“La educación de calidad implica transmitir sus costumbres a través de la educación formal e informal, y garantizar la conservación de su idioma”, afirma Resplandor.
Para alcanzar las metas trazadas, la investigación tendrá una duración de dos años, comenzará con el análisis de la normativa legal en los tres países y los parámetros de calidad establecidos por la UNESCO. Posteriormente, se realizarán visitas de campo que incluirán círculos de estudio, entrevistas y guías de observación.
Fortalecer la investigación
Para los investigadores, el reconocimiento de AUSJAL representa una oportunidad para visibilizar el trabajo colaborativo y fortalecer la investigación aplicada.
“Este proyecto es un esfuerzo de voluntades y capacidades que se colocan en una misma mesa para construir en función de un problema común”, expresa Pérez.
Con esta iniciativa, los investigadores de la UCAB Guayana buscan reafirmar su compromiso con la inclusión educativa y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, consolidando a la universidad como referente académico de la región.
• Texto: Daniela Meza
• Foto: Angiecarolina Martínez