PAZando es un programa de inserción social de la Universidad Católica Andrés Bello, que busca integrar a los estudiantes con el desarrollo de labores sociales en comunidades desasistidas del país. En marzo de 2024, la comunidad escogida fue Palital, en el estado Anzoátegui.

Un grupo de estudiantes de diversas carreras y profesores de la Universidad Católica Andrés Bello, extensión Guayana, (UCAB Guayana) cruzó el río Orinoco para llegar a un pequeño poblado del estado Anzoátegui, Palital. Todos formaron parte de PAZando, un programa de inserción social cuyo objetivo es conectar con comunidades de bajos recursos del país y apoyar en actividades educativas, recreativas y de servicio comunitario.

Palital, una población pesquera de menos de 8.000 habitantes ubicada a orillas del río, recibió a los ucabistas durante una semana entera, tiempo en el que impartieron clases a niños y jóvenes, donaron medicamentos y realizaron actividades recreativas para toda la comunidad ribereña.

Sembrando conocimientos al otro lado del Orinoco

 

El viaje empezó un sábado en la mañana, en el que los ucabistas percibieron el calor, la humedad y, sobre todo, la amabilidad de los paliteños que los recibieron en la Unidad Educativa Bolivariana “Palital”, el único liceo de la localidad, y los invitaron a recorrer sus calles. Allí no hay conexión a Internet, ni señal telefónica, ni vías asfaltadas.

El primer día hicieron un recorrido por todo el pueblo, ayudaron a limpiar las instalaciones del colegio e invitaron a la población a la primera actividad de la semana: un domingo familiar con juegos para los niños y dinámicas para las familias. El objetivo principal era compartir conocimientos con la comunidad, así como organizar actividades recreativas.

“Desde el inicio, la llegada de los muchachos de la UCAB estuvo excelente. La experiencia que nos dejaron en el aprendizaje de los chicos, los talleres que les dictaron a los profesores y cada una de las vivencias de los muchachos en la calle al recorrer todo el pueblo… Nos llenaron de bastante satisfacción y conocimiento”, expresó Eylim Vásquez, líder comunitaria de Palital.

El lunes, los jóvenes ucabistas empezaron el acompañamiento en las aulas de la escuela para apoyar las materias de inglés, física y matemáticas, así como la realización de un taller de dibujo y otro de ajedrez. También, participaron en una jornada didáctica en la escuela primaria y el preescolar. Su misión fue la de reforzar los conocimientos de los estudiantes y suplir las clases en las que los profesores no pudiesen asistir. Esta fue la rutina el resto de la semana escolar, para la cual cada estudiante se dividió según sus áreas de mayor conocimiento académico.

La profesora Milagros Hernández, coordinadora de PAZando en la sede Guayana, brindó asesoramiento pedagógico a los docentes de bachillerato, la escuela primaria y el preescolar, quienes manifestaron tener dificultades para lograr captar la atención de sus estudiantes y que, incluso, no se sienten respetados por los jóvenes.

 

La profesora Milagros compartió con los docentes orientaciones para fortalecer su trabajo en el aula, frente al reto de una mayor integración con los jóvenes y un acompañamiento más empático con las necesidades de los estudiantes. Igualmente, estas asesorías y talleres se mantuvieron el resto de la semana.

“Los jóvenes ucabistas fueron inspiración para los docentes de Palital. Nuestros estudiantes no son docentes, pero han sido formados bajo unos valores que saben cómo es la educación de calidad; la educación cercana y empática. Entonces los pusieron de manifiesto en Palital”, agregó Milagros Hernández, profesora coordinadora de PAZando.

Más allá de las aulas

Las actividades organizadas por los universitarios trascendieron las académicas: en las noches realizaron una clínica de voleibol, un bingo bailable, un taller de emprendimiento para toda la comunidad y un cine familiar. Cada día de PAZando en Palital era una nueva aventura para los locales, quienes gozaron de actividades distintas en su tipo.

 

“Una de las cosas que más destaco de PAZando es la empatía que uno genera en el programa… Realmente uno se da cuenta de que aprende más de lo que enseña en esas comunidades”, mencionó Manuel Gamboa, voluntario.

El equipo PAZando realizó donaciones de más de 250 medicamentos al ambulatorio de Palital, en alianza con la parroquia Santa Teresa de Jesús ubicada en Puerto Ordaz, a fin de ayudar integralmente a la comunidad.

Para el último día, los estudiantes de los colegios realizaron un acto cultural organizado como agradecimiento al equipo PAZando por su visita y labor social en esta comunidad que presenta necesidades, pero está llena de personas dispuestas a seguir adelante en medio de un contexto difícil y retador. En la tarde, los universitarios partieron de regreso a Ciudad Guayana, llevándose con ellos experiencias significativas y que siempre les recordarán la importancia del espíritu de servicio.

El regreso a Palital

En el mes de mayo, PAZando regresó a Palital para evaluar los avances que había tenido la comunidad en materia educativa, para la realización de nuevas actividades recreativas y para compartir una sopa comunitaria. Los resultados fueron satisfactorios.

“Uno se lleva como un trago amargo al no poder seguir ayudándolos, pues muchos de ellos tenían dificultades que no eran atendidas al momento por las maestras. Las necesidades de aprendizaje que tenían los niños, no eran cubiertas. Pero aun así, el amor con el que nos recibían era perfecto”, explicó Valeri Quijada, estudiante voluntaria que impartió clases a los niños de Primaria.

El programa PAZando está al alcance de todos aquellos que hacen vida en la UCAB, tanto en Caracas como en Guayana, y es sinónimo del compromiso social que la universidad tiene con el país, respondiendo al lema de San Ignacio de Loyola: “Entramos para aprender, salimos para servir”.

  • Texto: Jesús Gutiérrez y Daniela Meza.
  • Foto: Jesús Gutiérrez.

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