La universidad ha creado un marco institucional para unificar sus esfuerzos en ofrecer un ambiente universitario diverso, accesible y respetuoso para toda su comunidad, a través de acompañamiento y adecuación de sus estrategias pedagógicas
Desde la aprobación en marzo de este año del Decreto Rectoral sobre la Política de Inclusión de Personas con Discapacidad, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) formalizó y potenció los esfuerzos que históricamente había promovido para crear un ambiente universitario más diverso, accesible y respetuoso para toda su comunidad.
Este paso responde a una visión arraigada en la misión de la universidad, que desde hace décadas entiende la inclusión más allá de las condiciones económicas, abarcando todas las formas de exclusión. Así lo explica Sandra Cáceres, psicóloga, profesora y directora del Centro de Desarrollo y Asesoramiento Humano (CADH) de la UCAB Guayana.
«Siempre, desde la propia misión de la universidad, entendíamos que la inclusión no solamente estaba asociada a condiciones de vulnerabilidad económica, sino a condiciones en general de exclusión», afirmó Cáceres. Con más de 20 años de experiencia, ha sido testigo de los esfuerzos sistemáticos de acompañamiento y adecuación para que jóvenes con discapacidades no solo ingresen a la universidad, sino que tengan una experiencia universitaria exitosa.
Un marco institucional para una cultura inclusiva
El nuevo decreto rectoral es celebrado por Cáceres como un hito crucial. «Faltaba una política institucional que nos diera a todos directrices para poder estar bajo el mismo paraguas», señaló. También destacó que este instrumento va más allá de los estudiantes, abarcando a toda la comunidad universitaria: personal administrativo y docentes.
Con esta política se formaliza el compromiso con la igualdad de oportunidades de la universidad, buscando minimizar barreras y gestionar procesos de adecuación y acompañamiento.
«El enfoque debe estar en la persona con discapacidad, no en la discapacidad como centro», enfatizó Cáceres, subrayando que la adaptación del ambiente es clave para reducir limitaciones y fomentar una verdadera inclusión.
Reforzando la permanencia
El Vicerrector Académico de la UCAB, José Francisco Juárez, ha liderado iniciativas que complementan este decreto. «Nosotros estamos apuntando a que la universidad sea realmente de inclusión», afirmó Juárez durante un encuentro con profesores de primer semestre en la UCAB Guayana. Además, reconoció la complejidad del término, pero enfatizó la importancia de este inicio formal.
Para Juárez, el decreto es fundamental porque «aglutina todas las experiencias que tenemos desde hace muchos años en una política mucho más estructurada«. Además, destaca el programa Estudiante-Tutor como una estrategia clave para la permanencia estudiantil, especialmente para aquellos en riesgo económico o con dificultades académicas. Explicó que este programa de acompañamiento permite hacer seguimiento a los estudiantes para verificar su permanencia y éxito en las asignaturas.
Innovación de las estrategias pedagógicas
Ambos destacan que la UCAB también se mantiene autocrítica y proactiva frente a los desafíos académicos que supone una verdadera inclusión. «No podemos conformarnos con decir que los estudiantes traen una mala formación, sino qué estamos haciendo nosotros desde el punto de vista de las estrategias», reflexiona Juárez, mencionando la necesidad de una búsqueda constante de innovación pedagógica.
Cáceres, por su parte, añadió que desde el CADH vienen realizando acompañamiento no solo a estudiantes sino a profesores para que puedan realizar adecuaciones necesarias en la enseñanza y en su aula de clases.
De igual forma, destacó que los jóvenes en la actualidad están más sensibilizados, lo que facilita el proceso de inclusión, aunque el reto de la convivencia respetuosa es constante. Asimismo, mencionó que, al ofrecer una amplia gama de oportunidades en cultura, deporte y grupos estudiantiles, la UCAB actúa como un espacio donde cada estudiante puede encontrar su nicho.
Para la universidad, la aprobación de este Decreto Rectoral está validando los esfuerzos previos y sentando las bases para un campus aún más consciente, adaptado y comprometido con el bienestar y desarrollo integral de cada uno de sus miembros.
- Texto: Daniela Meza
- Fotos: Angiecarolina Martínez; Archivo UCAB Guayana