Promover la investigación en los estudiantes de pregrado y gestar soluciones científicas a problemas reales y de gran impacto han sido objetivos primordiales de las Jornadas.

Los cinco mejores trabajos de investigación de estudiantes de Ingeniería de la Universidad Católica Andrés Bello extensión Guayana (UCAB Guayana) estuvieron presentes en las V Jornadas Ambientales, organizadas por la Coordinación de Sustentabilidad Ambiental. Las propuestas estuvieron orientadas a responder de manera innovadora a situaciones que afectan lo ambiental y, en consecuencia, lo social.

Estas V Jornadas tuvieron como propósito adicional convocar a la comunidad universitaria en torno a la investigación -desde el punto de vista socioambiental- y consolidar en la institución el modelo de gestión de calidad en el manejo de los residuos sólidos, cumpliendo así con los Objetivos Generales de la Calidad 21/23.

Huella de carbono en centros de salud

La huella de carbono es un indicador que permite medir la cantidad de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero que emite una persona, vivienda, empresa, país o producto. Es importante saber cuánto de estos gases agravan el efecto invernadero que produce el calentamiento global. Este efecto siempre ha existido y es necesario para que la Tierra tenga la temperatura adecuada, ya que la mezcla de estos gases actúa reteniendo cierta cantidad de calor en la superficie de nuestro planeta, pero si las concentraciones de los gases son superiores a las normales se retiene más calor y la temperatura aumenta.

Daniela Hernández, de la escuela de Ingeniería Industrial, determinó a través de su investigación -siguiendo el procedimiento del GHG Protocol– ocho fuentes de emisión de gases de efecto invernadero en la muestra territorial seleccionada, de las cuales una está asociada exclusivamente a procesos clínicos y con emisiones que no eran «visibles».

La estudiante consiguió óxido nitroso y dióxido de carbono en centros de salud, considerados como los más perjudiciales para el calentamiento global. Ese dióxido de carbono encontrado es generado por vehículos en los que se desplazan las personas que acuden al centro de salud, como trabajadores y pacientes.

Gran parte de la huella de carbono encontrada se debe a factores que no están bajo control de las instituciones de salud; sin embargo, para reducir estas emisiones, Hernández elaboró propuestas orientadas a la mejora de procesos y concientización de los trabajadores del lugar con respecto al tema, para instruirlos en buenas prácticas y uso eficiente de los recursos. Las propuestas también contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la agenda 2030.

Sistemas de gestión en empresas recuperadoras

Sixto Flores, estudiante de Ingeniería Civil, propuso mejorar el cumplimiento que deben tener las empresas recuperadoras, bajo la Norma del Reciclaje Responsable (R2:2013), que se aplica a todas las actividades relacionadas con el reciclaje de productos electrónicos en un mismo domicilio físico, enfocándose directamente en los Residuos de Aparatos Electrónicos (RAE), como monitores grandes de tubos de rayos catódicos (CRT, por sus siglas en inglés).

Flores comprobó la efectividad de los sistemas de gestión bajo esta norma en la empresa Electroreciclaje JL, C.A., con ciertos estándares de carácter ambiental y de salud. El diagnóstico mostró un cumplimiento de 47.3%, cifra que el estudiante aprovechó para visibilizar y recomendar oportunidades de mejora orientadas a minimizar el impacto ambiental, promover una gestión responsable, cumplir con los requisitos y formar trabajadores comprometidos.

Gestión sustentable en empresas beneficiadoras de aves

El tercer ponente fue Ángelo Contreras, estudiante de Ingeniería Industrial. Contreras presentó su trabajo basado en la gestión responsable de residuos que se generan en las Plantas Beneficiadoras de Aves para engorde de la ciudad (PBAPE).

“En Ciudad Guayana han proliferado comercialmente la venta de pollos, sin tomar en cuenta los estrictos controles sanitarios y de saneamiento ambiental”, comentó Contreras.

El estudiante evidenció que las PBAPE visitadas en Puerto Ordaz carecen de protocolos para el manejo y disposición de los desechos provenientes del proceso de beneficio, y también observó que los procesos de sacrificio, desangrado, escaldado, desplumado y eviscerado de las aves en las plantas visitadas son mayoritariamente improvisados.

Como parte de la solución a este problema, el estudiante creó un prototipo de sistema sanitario sustentable, para una planta de beneficio avícola a pequeña escala, que contempla la edificación y áreas de planta, los procesos y manejos de residuos sólidos y líquidos, la descripción de procesos y etapas de la planta y -como parte fundamental- la incorporación de biodigestores que generen lodos orgánicos para fertilizar los composteros, la instalación de celdas fotovoltáicas para la generación eléctrica, la comercialización de las plumas y el procesamiento de la piel avícola generada en los procesos de faenamiento.

Zoocriadero en la UCAB Guayana

Esta investigación fue elaborada por los estudiantes Carlos González y Ángel de Angelis, de la escuela de Ingeniería Industrial. Ellos propusieron un zoocriadero en la UCAB Guayana como medio de preservación de una especie en peligro de extinción autóctona del estado Bolívar: la tortuga Arrau.

El zoocriadero estaría ubicado específicamente en la laguna del Cisne del Anauco. El estudio se limita a la cría de los neonatos en el sitio, hasta el tiempo necesario para su maduración al mundo exterior. Esta propuesta se creó para integrar los valores de los ecosistemas y la diversidad biológica en la planificación nacional y local, ya que muchos animales se encuentran en el foco de los científicos, debido a su delicada situación. Según AQUAE Fundation, de los 7,7 millones aproximados de especies existentes en el planeta, solo se conocen cerca de 1 millón de estas, de las cuales ya 22.000 se encuentran en peligro de extinción y muchas se extinguirán sin siquiera ser clasificadas.

El proyecto fue expuesto por su tutor académico, profesor Antonio Seijas, quien comentó que la UCAB tiene el compromiso de prevenir la contaminación e incentivar la conservación del ambiente en el campus. «Con el zoocriadero se puede impulsar la biodiversidad», aseguró. Es por eso que fue escogida esta locación, por ser adecuada, y además se podrá desarrollar un programa de concientización para su preservación.

La iniciativa daría respuesta a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, específicamente al número 15, relacionado a la vida de ecosistemas terrestres.

Helicobacter Pylory en las lagunas del Tepuy Roraima

La última ponente de las Jornadas fue Oriannys Requena, estudiante de Ingeniería Civil. Ella realizó su investigación acerca de la calidad de las aguas en las lagunas del Tepuy Roraima, encontrándolas contaminadas con la bacteria de origen fecal (Helicobacter Pylori).

“Los parques nacionales son espacios protegidos para que no puedan ser destruidos. Es por esta razón que el primer paso que uno debe hacer para visitarlos es preguntarnos ¿para qué queremos ir? e investigar sobre el sitio, porque si no conocemos el lugar, no sabremos cómo protegerlo”, comentó Requena.

Se determinó que el parque carece de un sistema sanitario adecuado para uso de los visitantes e inocuo para la zona objeto de estudio, además del incumplimiento de la legislación por la cual se rige el Parque Nacional Canaima. La investigación arrojó como resultado la existencia de aguas contaminadas para el consumo humano, que han producido enfermedades gastrointestinales a los visitantes del Tepuy.

La estudiante propuso un plan de mitigación para la presencia de la bacteria Helicobacter Pylori; ideó un conjunto de medidas de prevención y corrección para la erradicación de la bacteria instalando biodigestores. La implementación de estos biodigestores en la comunidad de Paraitepuy funcionará para el tratamiento de las excretas generadas durante los tours realizados al Roraima.

Un biodigestor es un contenedor sellado herméticamente al que entra estiércol, desperdicios de comida y materia orgánica en general. Dentro del mismo ocurre un proceso de biodigestión anaeróbico, en el que la materia prima se transforma en un biofertilizante, llamado biol (lodo fertilizante).

El evento concluyó con las palabras de agradecimiento de la directora de la escuela de Ingeniería Civil, Yolanda Montesinos, quien afirmó estar orgullosa del gran porcentaje de trabajos de investigación en pro del ambiente y reiteró la disposición de seguir desarrollando más proyectos para cuidar la casa común.

Con la premiación a los estudiantes y tutores, la Universidad reconoce y promueve la investigación en temas de sustentabilidad, apuntando hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, establecidos por la Organización de las Nacionales Unidas para la mitigación del cambio climático.

♦ Texto y Fotos: María Gabriela Carrasco